domingo, 24 de julio de 2011

AMY WINEHOUSE: UN CALOR QUE ACABO QUEMANDO

Seguro que el 'soul' no te gusta.
Pero esta mujer, Amy, logró con pocos años
hacerse un puesto entre los grandes de esta música.
Pero la fama pudo con ella. 
Ayer 23 aparecía muerta en su piso de Londres.
Sus excesos con alcohol y droga eran conocidos.
Tuvo que cortar alguna gira por su culpa...
Y el final llegó de repente, pensando que a uno no 
le va a llegar nunca, que eso es sólo cosa de tontos.
Terminó a los 27 años, como varios cantantes más: 
Jim Morrison, Jimy Hendrix, Janis Joplin, Curt Cobain...
Lo llaman la maldición de los 27 años. 
Es propio de quien ha vivido 'deprisa deprisa'.
Un lección nos queda de esta vida, rota demasiado pronto.
Cuidado con los calores y los cosnumos fáciles del verano. 
La vida es más larga que los meses de calor. Y hay consumos que los
abres la puerta y luego se quedan dentro. Ya lo decía Confucio, sabio chino del siglo VI antes de Cristo:
"Los vicios vienen como pasajeros,
nos visitan como huéspedes
y se quedan como amos".
Interesante para pensarlo y cuidar el tiempo libre y lo que parece que OCUPA, pero luego PREOCUPA.

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